Con la iglesia hemos topado amigo Sancho
Por fin se desconectó del respirador a Inma Echevarría y murió en la paz que no tuvo en los últimos años de vida. Me alegro de que haya muerto porque era su deseo y porque una vida así, simplemente no es vida. Su marido se murió en un accidente y al no poderse valer tuvo que dar al hijo de ambos en adopción; su hermana murió de repente desnucada, casi todos los amigos, con el paso de los años, dejaron de ir a verla y finalmente quedó postrada en una cama sola e inválida para el resto de sus días. Conectada a una máquina que la mantenía viva. Deseando la muerte como salida a tanto padecer sin sentido y sin esperanza de recuperación. Y nada es peor que vivir sin esperanza.
Algunos han llamado eutanasia a la compasión. Y otros asesinato a la liberación. Allá cada cual con sus ideas. Casi nadie practica la empatía, desde luego. Siempre recuerdo que Nancy Reagan cambió de parecer sobre investigaciones médicas cuando al facha de su marido se le empezó a averiar el coco. Bueno, averiado lo tuvo siempre. Quería decir cuando empezó a creer que era Ronald McDonald…
Total, que todo el mundo opina, pero hete aquí que aparecen los de siempre. Los hijoputas de los obispos. Los mismos que opinan sobre el matrimonio gay, la anticoncepción, los derechos de la mujer y tantos otros temas que no les competen en absoluto cuando realmente lo que debieran hacer es mantener la boca cerrada y dedicarse a lo suyo (no me refiero a hacerse pajas y follarse a niños).
La iglesia aún no ha entendido que en este país cada vez son más los aconfesionales (yo me cuento entre los apóstatas y ateos) y que su opinión no tiene el peso que tenía cuando el galego sanguinario mandaba en la Ejpaña gris y ellos llevaban al asesino bajo palio y se era “fiel” por cojones. Formación del espíritu nazi-onal, lo llamaban.
Cuando veo a un iman diciendo a una mujer árabe que debe llevar el burka o a un cura diciendo a los demás lo que deberían hacer, no veo diferencias. Los dos pertenecen a una organización con ánimo de lucro que durante siglos ha matado a inocentes de formas muy imaginativas para mantener inamovibles su estatus y sus ideas.
Eppur si muove…
Tal vez el mundo llegue a tener un día el suficiente nivel de bienestar y de cultura como para que no existan más iglesias ni más fariseos con sotana. Porque, y esa es la parte más importante de todo este rollo, lo que más me jode es que la iglesia en estos asuntos mediáticos saque inmediatamente a sus hijos de puta con alzacuellos a dar la lata pero no se indignen y vendan todos sus tesoros para evitar que cada segundo mueran 3 personas de hambre en este planeta, en su mayoría niños; que se rasguen las sotanas porque se use el condón pero no hagan nada para controlar la superpoblación; que estén contra la fecundación in vitro y el aborto pero permitan que madres de 15 años, con sida, den a luz criaturas condenadas a muerte antes de nacer y Africa sea un continente enfermo.
Y cada día le tengo más asco a la iglesia. Y cuando veo lo que hacen con verdaderos cristianos como Pere Casaldàliga o Hans Kuntz, aún más. Pere Casaldàliga es un misionero que lleva muchísimos años con los pobres, viviendo con escasez de medios y el hijoputa de Juan Pablo II, cuya túnica de flamenca vaticana costaba lo suficiente para dar de comer a una tribu durante meses, le amonestó públicamente por ser partidario de la teología de la liberación.
Ciertamente, la iglesia que más ilumina es la que arde.
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