Rubianes, con dos cojones.
Cuando un señor como Rubianes hace unas declaraciones en las que pone a parir a aquellos fachorros que quieren una eppaña de pandereta, nazionalcatólica y de ultraderecha y, sino no vale, lo que suele suceder es que el facherío interpreta lo que le sale de los cojones, trata de sacar rédito político y, además, armar bronca, que es lo que suelen hacer los que no saben hacer nada mejor. ¿cómo? Pues le amenazan si representa una obra en MAdrid, liquidada por obra y gracia de Ruiz Gallardón, que lo suyo son las obras, pero no las de cultura.
Cuando gentuza como Curry Valenzuela, una marujona que es de derechas como quien es rubio, o sea, porque es así, no porque sepa pensar, suelta que "por la boca muere el pez, bocazas" y "si hubiera representado la obra, sólo habría ido gente a silbarle" está diciendo que está a favor de que se prohiba una obra, que se coarte la libertad de expresión y que no se dé siquiera al público la oportunidad de silbar o no una obra, que es por lo que hay que juzgar al autor, no por lo que haya dicho. Esa desgracia de mujer se llama a sí misma, encima, periodista. Inculta, cateta, carpetovetónica y, para colmo, facha.
Se lee por ahí que si Rubianes hubiera dicho "que los putos catalanes se metan a la puta catalunya por el culo" ¿qué habría pasado? Pues más bien poca cosa, porque lo andan diciendo demasiados personajillos del PP y compañía y aquí nadie se rasga las vestiduras. Si aquí se prohibiese representar una obra, o hacer lo que fuera, a los que padecen catalanofobia, poco trabajo iban a tener.
Y lo más cachondo de la panda de fachas subnormales es que resulte que el icono del antiespañolismo y el nacionalismo catalán sea un señor llamado Rubianes, que vive en Catalunya, es gallego y casi siempre se expresa en castellano, en privado y en público, incluyendo TV3, donde hasta ahora nadie se ha puesto a subtitularle, como dicen en telemadritt algunos desgraciaos. Aparte de que en la obra "Lorca somos todos" se defiende la figura de un falangista, amigo de Lorca, que trató hasta el último momento de salvarle la vida. Toma tomate. Hasta en eso son ridículos los del PPorro, empezando por Piqué, al que ya le gustaría que le votaran, por lo menos, los mismos que han visto una representación de Rubianes.
Olé Rubianes. En el fondo, todo esto no hace más que despertar más simpatías y desde luego, dar publicidad a la obra.
Hasta eso les sale mal a los fachorros. Me alegro.
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