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La esperanza es lo último que se pierde

NI soy la Juani, ni puñetera falta que me hace.

NI soy la Juani, ni puñetera falta que me hace.

Si Bigas Luna quiere hacer algo por el cine, algo bueno de verdad, que se quede en su casa y deje de hacer bodrios infumables.

He visto "Yo soy la Juani", en el cine emule por supuesto, porque es un crimen dejarse un céntimo en semejante espanto cinematográfico. Uno de los más grandes atentados al espectador que he visto últimamente.

La película, según Bigas Luna, habla de la nueva mujer española y tiene el tío los cojones de decir que es una mujer liberada, con aspiraciones y un largo etcétera de tópicos. Supongo que para que niñatas descerebrators como la prota de la película vayan al cine a sentirse realizadas observando su miseria en pantalla.

La Juani representa, desde luego, a la mayoría de las niñatas sin elegancia que hay en este país, niñatas incultas, aborregadas, maleducadas, lerdas sin otra aspiración que un piso y un novio paleto con buga tuneao. Personas de poca o nula educación que no tienen más interés en el mundo en que viven que aquellas cuatro cosas superfluas que componen los estratos, mínimos, de su vida.

Eso sí, la peli la verán muchas Juanis: ya sale hasta en "el periódico" alguna Juani bis, Juani clónica, que da aún más pena que el personaje de la ¿película? porque éstas son de verdad. Aunténticas Juanis pasadas de vueltas. Personajes así, en la vida real, son los que viven de, por y para 'gran hermano', 'ot', a patricia gaztañaga y su mierda de show, y alimentan a la purria de programación televisiva.

El lumpen de este país en estado puro.

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