We don't need no education
Una nueva asignatura espera a los estudiantes el próximo curso. Una asignatura en la que por encima de tratar de adoctrinar a nadie lo que se prentede hacer es proponer temas de debate en clase como la Declaración de Derechos Humanos, xenofobia, racismo, globalización versus pobreza, violencia de género, homofobia, igualdad, desarrollo sostenible y diversidad. La asignatura se llama Educación para la Ciudadanía.
Y los obispos vuelven a la carga. No están de acuerdo con que se toque el tema de familia monoparental, homosexualidad y otros desde una perspectiva que no sea la suya. Piden que se combata al 100% esta nueva asignatura. Dicen que no se puede tener una postura pasiva ni acomodaticia (sic). Al ataakeeer...
Lo dicen ellos, que han adoctrinado por webos a varias generaciones de españoles con el concepto de un dios duro, castigador y severo sin más opciones que aceptar sus memeces como ley o morir quemado en el infierno (y algunos en la tierra). Ellos, que no los he visto jamás salir a la calle contra la pobreza ni el hambre pero sí que han ido a manifas contra los matrimonios homosexuales, y en primera fila. Ellos, que hablan de voto de pobreza cuando viven con las necesidades cubiertas mientras medio mundo se muere de hambre. Ellos, los mismos que siempre quieren adoctrinar sobre temas que no les competen, ahora niegan una asignatura que propone el diálogo y pensar por uno mismo. No está permitido pensar. El único pensamiento único es el de ellos. La única moral es su moral. Ellos, que se han pasado siglos obligando a creer y obligando a no pensar. Ellos dicen ahora que hay que combatir.
Sí que hay que combatir, sí. A la iglesia y a los esperpénticos obispos. Con el pensamiento y la razón, por supuesto. No hay que quemar, descuartizar ni torturar a nadie por lo que piense. Eso ya lo ha hecho la iglesia durante cientos de años.
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