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La esperanza es lo último que se pierde

Nuevos dioses

Nuevos dioses
Leí en "el periódico" del lunes 18-9 que los aficionados y exjugadores de Boca Juniors (un club de fútbol argentino) disponen de una parte exclusiva de un cementerio donde ser enterrados. Maradona tiene allí una plaza reservada, claro.

"Boca se lleva en la piel, es una forma de vivir, de sentir..." Sí, si, claro... y Harley-Davidson, y Ferrari, y Coca-cola, y Nike, y...

Me ha tocado vivir una época de nuevos dioses: las marcas. Eres más, o parece que eres más, si usas, vistes, bebes o conduces una determinada marca. Y parece que funciona, porque hay quien se lo cree, y no son pocos.

Aún trato de entender qué tienen las Harley para que sean sinónimo de libertad. Soy motard desde hace años, trabajo en un circuito de pruebas y he visto casi bien de todo. Son máquinas. Nada más y nada menos. El marketing asocia cualidades humanas a las máquinas para hacerlas más cercanas y deseables (fiel, noble, etc). No acabo de entender que circular en una moto ruidosa (cagontó) que es poco estable, pesa demasiado, no sobresale en nada en particular y es cara, sea sinónimo de libertad. Excepto en el hecho de que una magnífica campaña de marketing logre lo mismo que lograban los curas hace años, que te creas lo que no es. Porque, desde luego, ni llevar un tipo de marca te hace ser nada especial excepto un poquiiito más mono (de simio) y un poco menos persona (de ser inteligente). El gregarismo conduce a eso; la necesidad de pertenecer a algo, una comunidad (trekkies), un grupo, una tribu (moteros "auténticos" jaja), sólo que hoy día se dirige hacia las marcas.

Vivo además en la era del parecer sin ser. Mejor dicho, de preocuparse de parecer y nada del ser.

Es triste, pero es así.

Sólo que los de Boca han conseguido algo nuevo, que toda esta mierda no termine ni al morir. De pasmo.

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