Crash
Se ve cómo y hacia donde va el mundo. Hacia el crash y a toda velocidad.
En los países ricos aumenta el paro, la inmigración se está quedando sin trabajo. En algunos países del primer mundo, como Italia, el síndrome de la cuarta semana ha pasado a llamarse de la tercera semana ya que ni siquiera llegan los putos euros de sueldo a esa semana.
El precio de la vivienda está por las nubes, inalcanzable para legiones de mileuristas que no ven futuro. El petroleo se da por hecho que antes de 2040 se habrá agotado. Y esto es en Europa y América.
La crisis de las subprime ha puesto al descubierto el grandísimo engaño en que se vivía en la América de la guerra de Iraq, que ya ha costado 3 billones de dólares, lo mismo que la primera guerra mundial, mientras que hay mil millones de pobres que pasan hambre a diario en el mundo. En ese engaño se vivía en España, la del PP y la especulación… Ahora es cuando los que decían “vendo mi piso `por 50 kilos y me compro uno de 70 kilos, me endeudo hasta las cejas pero tengo un piso que valdrá 100 kilos en nada” ven que no tienen ni cien kilos ni nada, porque ¿quién se lo va a comprar?...
La diferencia entre la clase media alta y las clases poco favorecidas es cada vez mayor. En los países donde hay crecimiento económico éste es claramente insostenible.
El agua va a ser una de los elementos de conflicto en un planeta que se va calentando y todo son proyectos y ninguna realidad.
Y cuanto más se informa uno, más indaga y más mira el fondo por debajo de la forma, más se acojona de la mierda de mundo que vamos a dejar a nuestros hijos.
Pero no pasa nada, los políticos evitarán el hambre, la escasez de agua y alimento, de combustible, etc… ¿cómo? Pues como siempre, multando. Al que gasta gasolina, beba, riegue, coma, respire o muera de hambre… multa.
Y un dicho que oí de pequeño y nunca he olvidado: cuando desaparezca el último árbol, entonces los hombres se darán cuenta que el dinero no se puede comer.
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