Puta Renfe
Como usuario no habitual del tren (o sea 1 vez cada x meses y porque no hay más webs) tengo que explicar mi experiencia paranormal con Tenfe.
Un día normal, de esos que dicen que no hay retrasos, no. NO, porque un día normal es cuando hay algún retraso, por lo que se ve últimamente.
- Llegada a Sants viniendo de Segur de Calafell.
- Subida al vestíbulo de la estación. La escalera mecánica atestada, una cola increible, han hecho reformas en la estación pero eso no ha mejorado. Digamos que han lavado la cara pero el culo sigue siendo el mismo.
- Dos tipos de amarillo te dan dos respuestas diferentes sobre qué vía debes coger para hacer transbordo hacia Sabadell. Por cierto que uno no entiende lo que le digo en catalán y es español 'de toda la vida' y una sudamericana sí me entiende y me responde en castellano dándome la información acertada y mejor que el PFDTLV (puto ferroviario de toda la vida). El celtíberus renfelensis parece que te perdona la vida al darte una respuesta equivocada. Será que no entiende aún el catalán, será que es subnormal profundo o será que le mola joder al prójimo que para eso le pagan.
- La máquina validadora no te deja entrar a la vía para hacer transbordo. Coooño, ésto es nuevo.
- Vuelta a preguntar. Desandas lo andado y vas a la máquina de billetes donde una chica te manda a información y allí te mandan a otro sitio.
- Y en ese otro sitio, donde están los interventores, hay una cola de aúpa, de otro tren que acaba de llegar. Apa, a esperar un rato para que te dejen pasar después de mirarte con cara de inquisidor Torquemada en busca de infiel desbilletado.
- Bajas a la vía, ves que a las 18.09 hay un tren a Manresa. Preguntas a otro informador: ¿parará en Sabadell? Respuesta ketekagas del informador: "bueno, de hecho éste va a Blanes, no tiene nada que ver, es que está mal anunciado, mejor fíjese en la cabecera del tren a ver qué pone"...
- el tren de las 18.09 llega tarde, va a Blanes, así que esperas otro y ese sí que va a Manresa aunque delante no pone nada pero, por aquellos misterios de la vida, un altavoz lo anuncia cuando ya casi estás dentro del tren. Al menos no te has equivocado.
- Subes, vas a sentarte en un asiento incómodo, con el suelo lleno de cáscaras de pipas y la ventana pintarrajeada de forma que no ves casi nada del exterior (aunque para lo que hay que ver, la línea del Vallès es especialmente horrenda). Encoges los brazos para poder leer el periódico cual faquir en prácticas de yoga 'first certificate' y te pones los cascos.
- El tren arranca y sin ser creyente te encomiendas a dios.
Amén
Renfe, esa puta mierda pinchánunpalo...
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