Ay que caló, shikiyo
Soy una de esas personas que tienen la fortuna de trabajar algunos fines de semana (en serio, es una suerte tal como está el patio) y ayer, mientras iba en moto por el paseo marítimo hacia el trabajo, me quedé pasmado. La playa llena de gente. Cuando digo llena no me refiero al ‘atestada’ de verano, sólo llena, que ya es mucho decir. Y tomando el sol en bañador, algún valiente dándose un baño… en pleno mes de enero. Jóvenes y abueletes.
No sé si hay quien dude todavía del cambio climático. Lo último que he leido por ahí es que la empresa petrolífera Exxon está reduciendo las ayudas a los expertos que buscan pruebas de que no hay cambio climático. Es como cuando las tabaqueras decían que el tabaco no producía cáncer… y se les morían de cáncer los mismos que decían que no.
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