La Bomba y la Zambomba
Hubo un presidente en los Uesei al que le gustaba darle a la zambomba.
El tal Clinton casi se va a la calle porque una manchita cachonda en cierto vestido de cierta becaria ciertamente regordeta, descubrió a los ojos de un mundo horrorizado que el amigo utilizaba el despacho oval para algo más que firmar papeles, aunque él trato de ocultarlo.
La cosa tiene su gracia porque la becaria, la verdad, no es que estuviera para tirar cohetes (ni bombas) pero por lo menos tuvo al amigo americano entretenido en darle a la zambomba. Y pasaba el rato bombeando, según se supo luego.
Más tarde, en unas elecciones amañadas, confusas, mangoneadas o como se las quiera llamar, entró en ese despacho el Rey Mierdas, una variante del rey Midas, pero con la diferencia que éste, todo lo que ha hecho o tocado en su vida, lo ha convertido en mierda (empresas de amigos de popó, los estudios, y un largo etcétera de despropósitos).
Al animal de cuadra éste le volvieron a votar y salió reelegido. Ahora anda de capa caída y muy preocupado por Guantánamo. No por los que hay dentro pudriéndose, que algunos se suicidan y aún tienen los webos de decir que un señor que lleva años encerrado, incomunicado, posiblemente torturado y se suicida lo hace como acto de guerra. Noooorl. Más bien anda triste el amigo bushito porque eso y el desastre que ha montado en Irak han hecho bajar su popularidad bajo mínimos.
150mil civiles muertos. 2500 soldados americanos muertos. Millones de dólares gastados en la guerra. Irak convertido en una desgracia peor que cuando gobernaba el tirano de Sadam Hussein. (una especie de ansar, pero sin los límites de ninguna democracia). Esto no tiene demasiada importancia, o no la tendría, si ahora mismo alguien volviera a echar abajo un par de torres más, o volviera a atentar en suelo americano (sumo sacrilegio, oh my god). O no la tendría si pudieran controlar los medios de información como intentan hacer.
La verdad, dentro de lo malo, y de lo malos que son los últimos putos amos del mundo, me quedo con aquel al que le gustaba darle a la zambomba que con éste, que lo que le gusta es darle a la bomba. Será que bombardea de la mala leche que gasta porque bombea poco, será que anda reprimido el muchachito. Será que agarró una borrachera tal que se le apareció Dios y le dijo que tenía una misión para él (esto lo dice el muy flipao en público, que se autodefine como cristiano renacido y se queda tan ancho)... será que hay un loco al frente del mundo y el mundo está loco.
Y yo preocupado por el puto euribor.
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