Blogia
La esperanza es lo último que se pierde

La revolución del hidrógeno

La revolución del hidrógeno

En documentos tv , esta noche, han dado un magnífico reportaje sobre la nueva revolución energética que está por llegar. Las pilas de combustible, hidrógeno para entendernos.

No está nada mal porque te da una ligera esperanza sobre el futuro que le espera a la generación que viene justito tras nosotros (los hijos de los baby boom de los 60/70) que tendrán la posibilidad de seguir respirando aire con un poco de oxígeno y, tal vez, no tengan que pedir un préstamo cada vez que vayan a repostar un "lleno por favor"....      Hmmm, vaya....   se nota que ya tengo una cierta edad, eso de "lleno, por favor" hace siglos que no lo dice nadie, desde que las máquinas expendedoras de combustible las usa uno mismo y los gasolineros de toda la vida se han reciclado en...   en...   se han reciclado.

Lo único malo de todo ésto, es que hace 15 años que andaba yo metido en el mundo del automóvil, al día con todas las novedades y experimentos, y ya se hablaba de la pila de combustible como la panacea ante la subida de precios que iba a experimentar el petroleo y la escasez del mismo que se iba a producir en 50 años (menos, tal como se consume).

Recuerdo a un conferenciante americano, una especie de Dale Carnegie del carburador, que nos ponía las pilas sobre como "engañar" al cliente. Un tipo que vivía por y para la cultura del automóvil en los USA, que decía... "naaada, los autos echarán humo hasta que realmente no podamos pagar el combustible ". De ésto, como digo, hace 15 años y los vehículos impulsados por hidrógeno están más que inventados, probados y comprobados pero... ¿y la red de distribución?. Pues serán las gasolineras de hoy día, pero mientras el litro de gasolina cueste más de lo que vale, no habrá depósitos para cargar hidrógeno... ni nada que se le parezca.

Los intereses de las petroleras , que apoyan o promueven hasta guerras por el oro negro, no permitirían que un hidrógeno barato les matara la gallina de los octanos de oro.

Eso sí, el reportaje está muy bien, esta vez casi me lo creo todo pero, visto lo que hay, peinaré canas cuando se haga realidad.

0 comentarios