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La esperanza es lo último que se pierde

Oleguer y la libertad de expresión

Oleguer y la libertad de expresión

No tengo ni idea de fútbol. Como deporte, lo único que entiendo es que hay mucha gente que va a verlo para descargar tensión, desahogarse o incluso olvidar así sus frustraciones descargando su rabia con otros… o contra otros. Me sorprende cómo son y viven los jugadores, porque en su mayoría son unos niñatos cargados de millones y, por supuesto, unos incultos de tomo y lomo. Y son adorados e idolatrados. Para un jugador que destaca con un cierto nivel intelectual, el resto brilla por su nula formación.

Aparece alguien como Oleguer Presas. Un tipo que, además de cuidar el físico cuida el intelecto. Una persona que se preocupa de causas solidarias como por ejemplo su intervención como personaje mediático ante la desmedida agresión de la polícía a un chavalillo en Sabadell, su ciudad de origen y también la mía; un tipo que colabora con diversas ONG. Y aparece un tipejo inmundo, fascista y asqueroso como Salvador Ballesta, del Levante, que compara lo de Oleguer con una caca de perro. Ese sí es el prototipo de un futbolisto, que suele ser un tipo lerdo, inculto, analfabestia y bobodelculo, que suele ser tan pobre que en la mayor parte de los casos tan sólo tiene dinero.

Oleguer ha escrito un texto sobre el estado de derecho y la prisión atenuada del etarra de Juana Chaos, texto que casi nadie ha leido pero que media España critica, cosa muy común porque la mayor parte de los subnormales se mueven a palos o por eslóganes de pensamiento único o informados por los tertulianos del salsa rosa de turno. La España hijadeputa, los fachas, los perros sarnosos partidarios de algo que debería haberse enterrado con Franco han cogido ahora a Oleguer como chivo expiatorio de sus frustraciones. Antes fue Rubianes, antes Leo Bassi, antes… Ahora a Oleguer en el campo se le silba por motivos políticos y fuera de él se le ataca desde los medios de extrema derecha (afines al PP, por supuesto) como esa asquerosa emisora de los curas que lo único que hace es sembrar discordia y mala leche, algo muy cristiano. Aunque se me revuelven las tripas con lo de Juana Chaos, ole los webos de Oleguer Presas.

Y a la mierda todos los hijos de perra que no saben que es la libertad de expresión.

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