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La esperanza es lo último que se pierde

Apalaea a su perro... y le ovacionan

Apalaea a su perro... y le ovacionan

El de la izquierda es el hijo de la gran puta.

El de la derecha el veterinario. 

Sorprendido, asustado, pero sobre todo "abrumado". Así se encuentra Federico Real, el veterinario de la localidad coruñesa de Aguiño (Ribeira), que grabó una de las brutales palizas que Juan Lado , un vecino de la localidad, infligía "de manera constante" a sus perros.

El animal fallecería semanas después "durante una intervención", aunque según ha informado la asociación protectora de animales El Refugio, "no consta en el expediente del Seprona que el animal muriera por la paliza".

Las imágenes son claras. Al tipo que maltrata así a un animal, que además, si hubiese querido defenderse le habría arrancado los webos de un mordisco, sólo hay una forma de tratarlo. Se lo mete en un bidón, se echan unas piedras y se le tira al mar. Y es una forma suave. A estos hijos de puta que maltratan animales hay, simplemente, que meterlos en la cárcel y darles de vez en cuando una paliza, para que vean lo que duele.

Son simplemente unos malditos hijos de puta, los maltratadores y los que les apoyan. 

Por suerte, cada vez menos. Y por suerte, la difusión de este video ha hecho que se vayan a modificar algunos aspectos de la ley en Galicia.

  • La escena es de junio de 2004.
  • El agresor, Juan Lado, tuvo que pagar 6.000 euros.
  • Desde el 1 de octubre de 2004, este tipo de actitudes conllevan pena de cárcel.
  • Las imágenes las grabó el veterinario de la localidad.

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