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La esperanza es lo último que se pierde

Nacer, vivir, currar, pudrirse.

Nacer, vivir, currar, pudrirse.

Cáritas ha puesto en marcha un plan de vivienda para ancianos llamado Unidades de Convivencia.

Se trata de pisos donde conviven 3 o 4 jubilados con una pensión 'pañavabieng' que no pasa de 300€. Hay quien lo llama pensión (esos mismos que prometen el oro y el moro a la hora de votar) aunque yo lo llamo migajas, miseria y vergüenza. Gracias a esas viviendas, un ser humano que se ha pasado toda la vida currando tiene derecho a tener una habitación propia y todo lo demás compartido, y a vivir con algunos que están en su misma situación. La idea no es mala, todo lo contrario. Tienen un techo y compañía, y un poquito de dignidad.

Antes los abuelos vivían con las familias hasta que morían o bien podían tener su vivienda porque para tener una hacían falta 14 mensualidades completas, no 14 años de sueldo completo. A las malas se les cuidaba en asilos, porque se podían pagar, no como ahora que se les llama "residencias" y cobran precios mayores de hotel de 5 estrellas.

El problema es que Cáritas ha pedido que se impliquen en este programa las administraciones porque Cáritas no llega a todo y porque la demanda es enorme. Lo han tenido que pedir, porque nadie viene a ofrecerles nada.

En el nuevo Estatut, y quien dice estatut diría programa pppsoe, etc, está previsto que los políticos empiecen a cobrar los mismos sueldos que el resto de los ciudadanos, y sea en función de su valía y resultados, y que el dinero que dejen de cobrar se destine a los ancianos. ¿cómo? ¿Que no? Ah, claro, era un sueño. Vaya, eso de que todo español tiene derecho a una vivienda digna sigue siendo otro más de los chistes de la prostitu..., perdón, de la constitución.

A los gitanos y demás colectivos que arman bronca se les dan VPO (bueno, será porque son famosos por cotizar a hacienda, que no somos todos). Hoy vale más un ladrillo que una barra de pan. Se quema un bosque y brotan urbanizaciones. Se construye más y hay más viviendas vacías que nunca y resulta que a los ancianos hay que ayudarlos por caridad porque no pueden acceder a una vivienda digna. Como escribía ayer, hay algunas familias que viven del cuento y tienen unos pisazos que te mueres (la foto es del pisito del futuro soberano de este puto país). Mientras, los ancianos cada vez están en peores condiciones, pidiendo en carnicerías casquería para el gato cuando no tienen gato, esperando largas colas en la inseguridad social, malviviendo de pensiones de miseria y esperando, esperando y esperando.

Lo vergonzoso es que las administraciones están haciendo oidos sordos a Cáritas. Los ancianos no arman ruido, no protestan. Sólo esperan.

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