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La esperanza es lo último que se pierde

Medio ambiente

Usa Dove, ayuda a acabar con el mundo...

Crash

 

Se ve cómo y hacia donde va el mundo. Hacia el crash y a toda velocidad.

En los países ricos aumenta el paro, la inmigración se está quedando sin trabajo. En algunos países del primer mundo, como Italia, el síndrome de la cuarta semana ha pasado a llamarse de la tercera semana ya que ni siquiera llegan los putos euros de sueldo a esa semana.

El precio de la vivienda está por las nubes, inalcanzable para legiones de mileuristas que no ven futuro. El petroleo se da por hecho que antes de 2040 se habrá agotado. Y esto es en Europa y América.

La crisis de las subprime ha puesto al descubierto el grandísimo engaño en que se vivía en la América de la guerra de Iraq, que ya ha costado 3 billones de dólares, lo mismo que la primera guerra mundial, mientras que hay mil millones de pobres que pasan hambre a diario en el mundo. En ese engaño se vivía en España, la del PP y la especulación… Ahora es cuando los que decían “vendo mi piso `por 50 kilos y me compro uno de 70 kilos, me endeudo hasta las cejas pero tengo un piso que valdrá 100 kilos en nada” ven que no tienen ni cien kilos ni nada, porque ¿quién se lo va a comprar?...

La diferencia entre la clase media alta y las clases poco favorecidas es cada vez mayor. En los países donde hay crecimiento económico éste es claramente insostenible.

El agua va a ser una de los elementos de conflicto en un planeta que se va calentando y todo son proyectos y ninguna realidad.

Y cuanto más se informa uno, más indaga y más mira el fondo por debajo de la forma, más se acojona de la mierda de mundo que vamos a dejar a nuestros hijos.

Pero no pasa nada, los políticos evitarán el hambre, la escasez de agua y alimento, de combustible, etc… ¿cómo? Pues como siempre, multando. Al que gasta gasolina, beba, riegue, coma, respire o muera de hambre… multa.

Y un dicho que oí de pequeño y nunca he olvidado: cuando desaparezca el último árbol, entonces los hombres se darán cuenta que el dinero no se puede comer.

Badaboum !!!

Badaboum !!!

Esto me lo acaba de enviar un buen amigo que, como bien dice él, invita al pesimismo (optimismo bien informado).

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The Wall Street Journal, que muchos consideran el diario económico de referencia del neoliberalismo y un referente también del neoconservadurismo norteamericano, parece estar experimentando en los últimos tiempos una cierta apertura hacia posiciones que hasta hace poco solo tenía en cuenta como objeto de burla. Las referencias a los límites en la producción de petróleo y los apuntes sobre modos de vida alternativos son dos ejemplos cercanos.

Hoy presentamos la traducción de un artículo, “New Limits to Growth Revive Malthusian Fears”, escrito por Justin Lahart, Patrick Barta y Andrew Batson, y que vuelve a poner en la palestra la vieja discusión sobre los límites del crecimiento. A través de Malthus y el informe “Los límites del crecimiento” del Club de Roma, y con el telón de fondo de la escalada de precios de las materias primas y los temores a un déficit de suministro energético, pero también de agua y tierras de cultivo, el Wall Street Journal presenta un texto menos visceral que en otras ocasiones, más receptivo a ideas que se encuentran en el extremo opuesto de sus posiciones ideológicas.

A pesar de la apertura que supone reconocer siquiera la realidad de los límites al crecimiento económico, la línea ideológica del diario no abandona el texto. Los puntos de vista habituales sobre las cuestiones de los recursos energéticos, la población, y la imposibilidad de negociar el estándar de vida occidental lo sobrevuelan.

Así, empieza recordando que las advertencias de los Casandras siempre han resultado equivocadas, argumento que podría resultar útil en una sala de juicios, pero que resulta infantil en una discusión que debería estar vedada a la falacia.

Sin embargo, se reconocen los “limites en los recursos”, que “son más evidentes que nunca” en la escalada de precios de las materias primas más importantes. Tanta clarividencia parece más que justificada por una evidencia incontestable: el aumento de la población, y especialmente la llegada de 2.400 millones de nuevos aspirantes a la clase media en China e India.

Vale la pena detenerse en este aspecto, auténtico tabú donde los haya para el habitante de los países desarrollados. Las cifras demográficas, por sí solas, poco nos dicen sobre los límites del planeta. Para tener una visión de conjunto sería necesario añadir datos del consumo per cápita de las diferentes regiones. Así sería mucho más fácil comprobar que la reducción de la población es tantas veces más efectiva en los países desarrollados como estos multipliquen las cifras de consumo per cápita de los países subdesarrollados, y a pesar de eso, acusados de superpoblar el planeta. Resumiendo, si un europeo consume en promedio de vatios per cápita 2,7 veces lo que un chino (o 5,7 veces en el caso de un norteamericano), o 8 y 16 veces más respectivamente en el caso de compararnos con un indio, ¿quién es aquí una mayor carga para el planeta?

Como bien dice el artículo, del crecimiento poblacional y de las aspiraciones materiales del mundo en desarrollo resulta que “la demanda de recursos se ha disparado” y que “algunos de los recursos más demandados no tienen sustitutos”, como el agua y la tierra de cultivo.

Preguntando a los expertos, el WSJ apunta algunas de las respuestas. “El mundo no puede sostener este nivel de crecimiento sin nuevas tecnologías”, afirma Jeffrey Sachs. “La inteligencia compensará el consumo extra de recursos”, dice Bjorn Lomborg, el estadístico danés que en el año 2001 escribió “El Ecologista Escéptico”, un libro que desmentía las visiones pesimistas sobre el estado de los recursos naturales y la sostenibilidad en la Tierra y que dedicaba, el dato es importante, nada menos que la friolera de 17 páginas de las 540 que tiene el libro a los recursos energéticos. Dato que por sí solo nos evita siquiera entrar a discutir las muestras de deshonestidad intelectual que pueblan esa obra.

A modo de narrativa de la transformación, siempre ejemplarizante, el WSJ cita al Nobel de economía Joseph Stiglitz. 30 años atrás, cuando era un joven economista que no veía problemas de agotamiento de recursos y ahora, cuando lamenta que será realmente difícil hacer que “la gente que ha tenido algo gratis empiece a pagar por ello”. Imaginamos que a Stiglitz se le ha pasado por alto que recursos renovables como el agua solo son escasos cuando se abusa de ellos y que para la mayoría de futuros e insospechados clientes de los recursos básicos, pagar por ellos es simplemente inconcebible en una economía de pura subsistencia. En lo que sí da en el clavo Stiglitz, y ahí está el auténtico motivo de pánico para quien ve como “innegociable” su estilo de vida, es en la constatación de que “si nuestros patrones de vida, nuestros patrones de consumo son imitados, como otros están esforzándose en conseguir, probablemente el mundo no será viable.”

Si una situación se ve como inviable, pero al mismo tiempo nos negamos a contemplar ciertas soluciones (el abandono de ese patrón de vida insostenible, por ejemplo), ¿qué es lo que queda? Los autores ven un peligro en que los gobiernos decidan no cooperar y apuesten por la apropiación directa de los recursos. Sin duda el hecho de ser estadounidenses les hace más conscientes que ciudadanos de otros países de ese peligro. Históricamente, los gobiernos estadounidenses han determinado su política exterior según la geografía de los recursos naturales, e incluso la han bautizado con el nombre del presidente que se atrevió a explicitarla, después de fracasar estrepitosamente en su llamada a la moderación del consumo energético en su propio país: la doctrina Carter.

Sin embargo, con tantas anécdotas por explicar del propio país, se quedan con los ejemplos, nuevamente, de China e India, y apenas apuntan que todas las potencias cortejan el favor de los países ricos en gas natural del Caspio.

Otro de los cálculos que provoca el sudor frío a los planificadores tiene que ver con el número de vehículos per cápita en China e India, y cómo, si estos países llegasen a las mismas tasas de propiedad de vehículos que en occidente, doblaríamos rápidamente el número de coches en el mundo. Es en ese momento donde los autores se permiten recordar que los EE.UU., con cuatro veces menos la población de China, consume 2,6 veces más petróleo que China, para seguidamente dar paso al director ejecutivo de ConocoPhillips y a sus dudas de que vayamos a sobrepasar los 100 millones de barriles de petróleo de suministro diario.

Aunque la califica como “Sed global”, a juzgar por los ejemplos citados, cabría hablar en su lugar de “sed oriental”. De nuevo se ejemplifican los límites a los recursos con historias situadas en China e India, y sus poblaciones con problemas para conseguir el agua necesaria para la irrigación y el agua de boca, y no se mencionan los usos suntuarios que en occidente consideramos un derecho, desde el funcionamiento de los parques acuáticos pasando por los campos de golf o el preceptivo baño de burbujas.

Y algo parecido sucede con los alimentos: China necesita comida, y ni siquiera llega al nivel de consumo de cerdo per cápita de Taiwán. De pasada, y al final del párrafo, se menciona que para llegar al nivel de Taiwán, China necesitaría aumentar su consumo anual en 5.000 toneladas, que es justo la cantidad de cerdo que comen los estadounidenses “en seis o siete meses”.

Acercándonos al final del artículo, la parte reservada habitualmente a las soluciones, se nos deja claro que las soluciones que antes habían funcionado, aumentos de la eficiencia y búsqueda de nuevas fuentes de recursos en el exterior, no van a servir ya, cuando el problema es planetario y no regional. Ante la espada del crecimiento de la demanda y la pared de la finitud de los recursos surge de nuevo el hada madrina de la tecnología. Nueva, por supuesto, como si las reglas tecnológicas, a las que supongo en última instancia físicas, se pudiesen reinventar a voluntad. Sin más detalles, “avances en agricultura, desalinización y la producción limpia de energía”.

Pero parece haber poco entusiasmo en las propuestas del WSJ. Ni siquiera mencionan el típico mantra neoliberal, “no necesitamos recursos naturales, sino más capital y mano de obra y dejar trabajar la mano invisible del mercado”, verdadera religión de los estados modernos, por muy laicos que se crean.
De nuevo habla Stiglitz, advirtiendo de que habrá que hacer nuevos agujeros al cinturón: “los consumidores tendrán que, en algún momento, cambiar su comportamiento incluso más de lo que lo hicieron después de los choques petroleros de los 70”. Incluso se permite una crítica al modelo de desarrollo, basado en el crecimiento del consumo de recursos: “las definiciones tradicionales y las medidas de progreso económico del mundo, basadas en producir y consumir cada vez más, deberían ser repensadas”.

Bienvenido al mundo real, Sr. Stiglitz.

Se despide el artículo con su interpretación de la “verdadera lección de Malthus”: “la preservación de la vida humana requiere análisis y después acción decidida”. Quizás la traducción de “tough”, es decir, fuerte, dura, por “decidida” ha sido demasiado benevolente. Posiblemente no quería siquiera pensar en las posibilidades que un “análisis” de la situación y la posterior “acción dura” podrían traernos, especialmente si parten de un sector reacio a reconocer límites en su voracidad por los recursos.

Pero, ¿qué otra cosa cabe pensar cuando se da más importancia al crecimiento del consumo de los que apenas tienen nada, mientras se esconde que los auténticos superpobladores de la Tierra son los responsables del saqueo generalizado y sin fronteras del planeta?

¿Dónde está el peligro entonces? ¿En el ansía de ser clase media de 2.400 millones de personas o en la cerrazón a reconocer que hay 1.000 millones que vivimos muy por encima de lo que el planeta puede soportar, incluso si fuésemos los únicos habitantes del planeta?

The Wall Street Journal:

Nuevos límites al crecimiento reviven los miedos malthusianos.

La extensión de la prosperidad trae temores en los suministros; satisfaciendo la sed china.

Por Justin Lahart, Patrick Barta y Andrew Batson.

Marzo 24, 2008.


Ahora y entonces a través de los siglos, voces poderosas han advertido que la actividad humana sobrepasaría los recursos de la Tierra. Los Casandras siempre se han equivocado. Cada vez, había nuevos recursos que descubrir, nuevas tecnologías que impulsarían el crecimiento.

Hoy esos temores han vuelto.

Aunque la catástrofe malthusiana no está cerca, los límites en los recursos previstos por el Club de Roma son más evidentes hoy que nunca desde la publicación en 1972 del famoso libro del “think tank”, “Los límites del crecimiento”. Continuos incrementos en los precios del petróleo, el trigo, el cobre y otras materias primas, algunas de las cuales han batido récords este mes, son signos de un cambio duradero en la demanda que hasta ahora no ha sido respondido con un aumento en los suministros.

A medida que la población mundial aumenta, las Naciones Unidas proyectan ocho mil millones de habitantes para 2025, cuando hoy son seis mil seiscientos millones, también se vuelve más prospera. Una persona normal consume hoy más comida, agua, metal y electricidad. Cada vez más de entre los mil trescientos millones de chinos y los mil cien millones de indios están llegando a la clase media, adoptando dietas ricas en proteínas, transporte alimentado con gasolina y los aparatos eléctricos de los que disfrutan las naciones desarrolladas.

El resultado es que la demanda de recursos se ha disparado. Si los suministros no siguen el ritmo, es probable que los precios suban más, el crecimiento económico tanto en las naciones ricas como las pobres podría resentirse, y podrían darse conflictos violentos.

Algunos de los recursos más demandados no tienen sustitutos. En el s XVIII, Inglaterra respondió a la disminución de los recursos forestales cambiando al abundante carbón. Pero no hay sustitutos para la tierra de cultivo y el agua.

La necesidad de limitar el calentamiento global limita la utilidad de algunos recursos, por ejemplo el carbón, que emite gases de efecto invernadero que la mayoría de científicos afirma que contribuyen al cambio climático. La creciente demanda de alimentos tensiona las existencias de tierras de cultivo y agua.
“Vivimos en una era en la que las tecnologías que han alimentado los altos niveles de vida y la esperanza de vida de 80 años en el mundo rico son ahora para todos”, afirma el economista Jeffrey Sachs, director del Instituto de la Tierra en la Universidad de Columbia, que se centra en el desarrollo sostenible, con énfasis en los pobres del mundo. “Lo que esto significa es que no solamente tenemos una gran cantidad de actividad económica en estos momentos, sino que tenemos un potencial contenido para grandes incrementos (en la actividad económica) también”. El mundo no puede sostener este nivel de crecimiento, afirma, sin nuevas tecnologías.

Los americanos ya están enfrentándose a precios más altos de la energía y los alimentos. Aunque los precios del petróleo han caído en los últimos días, existe un creciente consenso entre los diseñadores de políticas y los ejecutivos de la industria de que este no es simplemente un aumento temporal de los precios. Algunos de estos expertos, aunque no todos, pronostican un aumento a largo plazo en los precios del petróleo y otras materias primas.

Las alarmantes predicciones de hoy podrían ser tan equivocadas como las de antaño.

“Claramente tendremos más y más problemas, a medida que más y más (gente) va a ser más y más rica, consumiendo más cosas”, afirma Bjorn Lomborg, un estadístico danés que sostiene que el problema del calentamiento global está siendo exagerado. “Pero la inteligencia compensará el consumo extra de recursos.”

Algunas limitaciones podrían desaparecer con una mayor cooperación global. Donde algunos países se enfrentan a escasez, otros tienen suministros abundantes de recursos. Nuevas variedades de semillas y mejores técnicas de irrigación podrían abrir regiones áridas al cultivo que hoy solo son aprovechables como pastoreo de subsistencia; desarrollos tecnológicos, como la desalinización barata o maneras eficientes de transmitir electricidad desde áreas ricas en radiación solar o vientos, podrían mejorar las perspectivas.

En el pasado, las fuerzas económicas trajeron soluciones. La escasez de recursos trajo precios más altos, y estos acabaron trayendo ahorro e innovación. El aceite de ballena era una popular fuente de iluminación en el sXIX. Los precios se dispararon a mediados de siglo, y se buscó otras maneras de alimentar las lámparas. En 1846, Abraham Gesner empezó a desarrollar el queroseno, una alternativa más limpia. Al final del siglo, el aceite de ballena costaba menos de lo que costaba en 1831.

Un patrón similar puede suceder hoy. Pero las fuerzas económicas por sí solas podrían no ser capaces de resolver los problemas esta vez. Sociedades tan diferentes como los EE.UU. o China se enfrentan a una fuerte resistencia política al aumento de precios del agua para promover su uso eficiente, especialmente por parte de los agricultores. Cuando los recursos como el agua son compartidos a través de fronteras, establecer un marco de precios puede resultar espinoso. Y en muchas naciones en desarrollo, los programas de subsidio de alimentos hacen que sea menos probable que el aumento de precios provoque el cambio.

Esto preocupa a algunos economistas que solían ser escépticos de las premisas de “Los límites del crecimiento”. Siendo un joven economista, hace 30 años Joseph Stiglitz dijo de manera clara: “No hay una razón convincente para pensar que nos enfrontamos a un problema de agotamiento de recursos a corto o medio plazo.”

Hoy, el premio Nobel está preocupado porque el precio del petróleo es demasiado barato respecto al coste de las emisiones de carbono, y porque recursos claves como el agua a menudo no cuestan nada. “En ausencia de señales del mercado, no hay manera de que el mercado solucione esos problemas”, afirma. “¿Cómo hacemos que la gente que ha tenido algo gratis empiece a pagar por ello? Es realmente difícil. Si nuestros patrones de vida, nuestros patrones de consumo son imitados, como otros están esforzándose en conseguir, probablemente el mundo no será viable.”

Dennis Meadows, uno de los autores de “Los límites del crecimiento”, afirma que el libro fue demasiado optimista en un aspecto. Los autores asumieron que si los humanos dejaban de dañar el medio ambiente, este se recuperaría lentamente. Hoy, afirma, algunos modelos de cambio climático sugieren que una vez que los puntos de no retorno hayan sido alcanzados, la catástrofe medio ambiental será inevitable incluso si “dejamos de dañar el medio ambiente.”

Otro peligro es que los gobiernos, en vez de buscar soluciones globales a los límites de los recursos, se concentren en apropiarse de su parte.
China ha estado invirtiendo en desarrollo en África, una estrategia que funcionarios estadounidenses ven como una manera de ganar acceso a madera, petróleo y otros recursos. India, que había sido una firme defensora del movimiento democrático en la Birmania gobernada por los militares, ha firmado acuerdos comerciales con ese país rico en recursos naturales. Los EE.UU., la Unión Europea, Rusia y China rivalizan por los favores de los países ricos en gas natural en la políticamente inestable Asia Central.

Las competiciones por los recursos pueden tornarse feas. Una sequía récord en el sudeste intensificó la disputa entre Alabama, Georgia y Florida sobre el agua de un depósito federal a las afueras de Atlanta. Una larga lucha sobre los derechos del río Cauvery entre los estados indios de Karnataka y Tamil Nadu condujo a 25 muertes en 1991.

Los economistas Edward Miguel de la Universidad de California en Berkeley y Shanker Satyanath y Ernest Serengti de la Universidad de Nueva York han descubierto que la disminución de las precipitaciones están asociadas con los conflictos civiles en el África subsahariana. Sierra Leone, por ejemplo, que tuvo un fuerte descenso en las precipitaciones en 1990, se sumergió en una guerra civil en 1991.

Un coche para cada hogar
El ascenso de China e India ya ha cambiado la economía global de manera permanente, desde los flujos de capital global a la localización de las manufacturas. Pero siguen siendo sociedades pobres con crecientes apetitos.

Napgur, en la India central, era conocida por ser una de las metrópolis más verde del país. Durante la pasada década, Napgur, ahora convertida en una de las al menos 40 ciudades indias con más de un millón de habitantes, ha crecido de los 1,7 millones de habitantes a los 2,5 millones. Las carreteras locales se han convertido en una maraña de coches haciendo sonar sus bocinas, motocicletas y ganado deambulante bajo una densa sopa de aire enrarecido.
“A veces, si veo algo que me gusta, simplemente lo compro,” afirma Sapan Gajbe, de 32 años, un dentista que está comprando un aparato de aire acondicionado en el centro comercial Big Bazaar de Napgur. Un mes antes, compró su primer coche, un Maruti Zen de 9.000$.

En 2005, en China había 15 coches de pasajeros por cada 1.000 personas, cercanos a los 13 coches por cada 1.000 personas que Japón tenía en 1963. Hoy, Japón tiene 447 coches por cada 1.000 residentes, 57 millones en total. Si China llegase a ese punto, tendría 572 millones de coches, solo 70 millones de coches menos que todos los coches que hay en el mundo.

China consume 7,9 millones de barriles de petróleo al día. Los EE.UU., con menos de un cuarto de población, consume 20,7 millones de barriles. “La demanda aumentará, pero se verá limitada por el suministro,” ha dicho el director ejecutivo de ConocoPhillips James Mulva a los analistas. “No creo que vayamos a ver el suministro por encima de los 100 millones de barriles diarios, y la razón es: ¿de donde va a salir todo eso?”

El economista de Harvard Jeffrey Frankel afirma: “La idea de que tengamos que movernos hacia otras fuentes de energía, uno no tiene que comulgar con el Club de Roma para pensar eso.” El mundo puede ajustarse a una producción de petróleo que disminuye convirtiéndose en más eficiente energéticamente y moviéndose hacia la energía nuclear, eólica y solar, afirma, aunque esas transiciones pueden ser lentas y costosas.

Sed global
No hay sustitutos para el agua, no hay alternativas fáciles al simple ahorro. A pesar de los avances, la desalinización sigue siendo cara y intensiva en energía. En todo el mundo, el precio del agua es a menudo demasiado bajo. Los agricultores, los mayores consumidores, pagan menos que los otros, si es que pagan algo.

En California, los subsidios para agricultores se ha convertido en una fuente de controversia política. Los agricultores chinos reciben el agua casi gratis, y son responsables del 65% del agua consumida en el país.

En Pondhe, un pueblo indio de unos 1.000 habitantes en una desolada meseta al este de Mumbai, el agua no era un problema hasta los años 70, cuando los agricultores empezaron a utilizar bombas de agua alimentadas con gasoil para transportar agua más lejos y más rápido. Los pozos locales solían rebosar en la época del monzón, recuerda Vasantrao Wagle, que ha cultivado el área durante cuatro décadas. Hoy, llegan hasta tres metros de la superficie, y descienden aún más durante la temporada seca. “Incluso si llueve mucho, no tenemos suficiente agua,” afirma.

La reseca China del norte ha estado agotando sus suministros de agua subterránea. En Pekín, el nivel de agua freática ha descendido decenas de metros. En la cercana provincia de Hebei, el gran lago de Bayangdian se ha hecho más pequeño, y sobrevive principalmente porque el gobierno ha desviado agua del río Amarillo.

El cambio climático es probable que intensifique los problemas del agua. Los cambios en los patrones meteorológicos serán percibidos “de manera más fuerte a través de cambios en la distribución de agua alrededor del mundo y su variabilidad estacional y anual,” de acuerdo con el informe sobre calentamiento global para el gobierno británico liderado por Nicholas Stern. La escasez de agua podría ser severa en partes de África, Oriente Medio, sur de Europa, América Latina, según el informe.

Alimentando a los hambrientos
Los agricultores chinos necesitan agua porque China necesita comida. La producción de arroz, trigo y maíz llegó a las 441,4 millones de toneladas en 1998 y no han sobrepasado ese nivel desde entonces. El agua del mar ha entrado en los acuíferos agotados en el norte, amenazando convertir la tierra en desierta. Las apropiaciones ilegales de tierras de cultivo por los desarrolladores se están extendiendo. El año pasado, el gobierno declaró que no permitiría que la tierra cultivable cayese por debajo de las 120 millones de hectáreas, y dijo que reforzaría el cumplimiento de las normas de uso de la tierra.
Las restricciones en la tierra de cultivo están forzando decisiones difíciles. Después de unas desastrosas inundaciones en 1998, China empezó a pagar a algunos agricultores para que abandonasen tierras de cultivo marginales y plantasen árboles. Ese programa “del grano al árbol” tenía como objetivo dar marcha atrás en la deforestación y erosión que exacerbaba las inundaciones. El pasado agosto, el gobierno dejó de expandir el programa, citando la necesidad de tierras de cultivo y los costos.

Un creciente apetito por la carne y otros alimentos ricos en proteínas en el mundo en desarrollo están estimulando la demanda y los precios del pienso. “Hay literalmente cientos de millones de personas… que están haciendo el cambio hacia las proteínas, y la competición mundial por los alimentos es una nueva realidad,”, afirma William Doyle, director ejecutivo de la fábrica de fertilizantes Potash Corp. de Saskatchewan.

Se necesitan casi cuatro kilos y medio de grano para producir cuatro kilos y medio de cerdo, el alimento de primera necesidad en China, y más del doble para producir una cuatro kilos y medio de ternera, según Vaclav Smil, un geógrafo de la Universidad de Manitoba que estudia los alimentos, la energía y las tendencias medioambientales. El número de calorías en la dieta china procedentes de la carne y otros productos animales se ha más que doblado desde 1990, según la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas. Pero China aún va por detrás de Taiwán en lo que respecta al consumo de cerdo per cápita. Llegar al nivel de Taiwán incrementaría el consumo anual chino de cerdo en 5.000 toneladas, tanto cerdo como comen los americanos en seis o siete meses.

Buscando soluciones
Las advertencias del Club de Roma de 1972, una organización no gubernamental que tiene ahora su sede en Hamburgo y que reúne a académicos, ejecutivos de empresas, funcionarios y políticos para ocuparse de un amplio rango de asuntos globales, tocaron una fibra sensible al llegar al mismo tiempo que los precios del petróleo aumentaban fuertemente. La producción en los Estados Unidos continentales había llegado a su punto máximo, creando el temor de que la demanda energética había superado al suministro. Con el tiempo, América se convirtió en más eficiente energéticamente, la producción exterior aumentó y los precios descendieron.

La dinámica hoy parece diferente. Hasta ahora, la industria petrolera no ha encontrado nuevas fuentes de crudo. Sin grandes descubrimientos, es probable que los precios sigan subiendo, a menos que los consumidores economicen. Los impuestos son una forma de contener sus apetitos. En Europa occidental y Japón, por ejemplo, donde los impuestos de la gasolina son más altos que en los EE.UU., el consumo per cápita es mucho menor.

La nueva tecnología podría ayudar a reducir la escasez de recursos. Avances en agricultura, desalinización y la producción limpia de energía, entre otras cosas, ayudaría.

Pero el Sr. Stiglitz, el economista, es de la opinión que los consumidores tendrán que, en algún momento, cambiar su comportamiento incluso más de lo que lo hicieron después de los choques petroleros de los 70. Afirma que las definiciones tradicionales y las medidas de progreso económico del mundo, basadas en producir y consumir cada vez más, deberían ser repensadas.

En el pasado, los EE.UU., Europa y Japón han demostrado que pueden ajustarse a las restricciones en los recursos. Pero la historia está llena de ejemplos de sociedades que se cree han sufrido crisis malthusianas: los Mayas de América central, los Anasazi del sudoeste de los Estados Unidos y los habitantes de la Isla de Pascua.

Por supuesto, esas sociedades no tenían la ciencia y la tecnología moderna. Aún, su incapacidad de sobreponerse a los desafíos de los recursos demuestra los peligros de pensar alegremente que las cosas se solucionarán, afirma el economista James Brander de la Universidad de la Columbia Británica, que ha estudiado la Isla de Pascua.

“Necesitamos mirar seriamente las cifras y decir: miren, dado lo que estamos consumiendo hoy, dado lo que sabemos acerca de los incentivos económicos, dado lo que sabemos acerca de las señales de los precios, ¿qué es lo realmente plausible?” afirma el Sr. Brander.

Por supuesto, la verdadera lección de Tomas Malthus, un economista inglés que murió en 1834, no es que el mundo está condenado, sino que la preservación de la vida humana requiere análisis y después acción decidida. Dada la historia de Inglaterra, con sus plagas y hambrunas, Malthus tenía buenos motivos para preguntarse si la sociedad estaba “condenada a una perpetua oscilación entre la felicidad y la miseria.” Que fuese capaz de analizar esa “perpetua oscilación” lo puso a él y a su tiempo en un lugar a parte del pasado de Inglaterra. Y esa capacidad para entender y responder significó que el mundo se convirtió después en menos malthusiano.

 

Espíritu sancionador

Espíritu sancionador

HASTA 3.000 EUROS - Los 33 municipios del área metropolitana de Barcelona empezarán a partir de hoy a multar a los ciudadanos que malgasten agua potable. Las multas podrán alcanzar los 3.000 euros en caso de que se consideren muy graves, como ocurrirá si se usa agua potable para llenar grandes piscinas o para regar jardines de más de 3.000 metros cuadrados. Se prevén sanciones de 30 euros a quien lave el coche en la vía pública utilizando agua potable.

Si la política en seguridad vial en este país ha sido una mierda pinchá en un palo, de manera que hoy día circulamos con vehículos que son maravillas tecnológicas (y sé de lo que hablo, trabajo en una pista de pruebas) por unas carreteras que vienen a ser la misma vergüenza de hace unos años con algunos parches... la solución para evitar que la gente se mate es multar. Todo lo que he comentado en otros artículos no importa. La culpa es del usuario. Pulutant, multazo.

Si la política del agua en este país ha sido tercermundista. Si lo único que querían parir era un trasvase a Murcia para regar campos de golf de enormes urbanizaciones -los peperos- y los socialistas lo único que hicieron fue oponerse pero no dar otras soluciones... ahora que falta agua la solución es.... multar, claro.

Y yo me pregunto si al público que va a ver el fútbol le parecería bien que en vez de sancionar al equipo o despedir al entrenador (cosa muy manida, por cierto) cuando se pierden partidos la solución del club fuera subir las cuotas de los socios y/o multarles. Supongo que no. Pues lo mismo. Pagas un recibo de agua, pagas un impuesto de circulación, pagas por todo y, además, pagas por la inutilidad, incompetencia y vagancia de los distintos responsables como única solución al resultado de sus virtudes.

Luego, a la hora de votar, la gente va y vota.

Alucinante país.

Prestige, 5 años

Hoy se cumplen 5 años del peor desastre ecológico, de la peor marea negra, en la historia de España.

 

El hundimiento del Prestige

 

Rajoy, dijo entonces aquello de los hilillos de plastilina y dice hoy que su primo sabe "más que naide" del tema del cambio climático. De casta le viene al galgo. Los temas medioambientales no van con él.

Hubo más preocupación de los políticos por tirarse los trastos a la cabeza que por solucionar el problema.

Los buques monocasco siguen navegando, de momento hasta 2010.

Sigue habiendo bolsas de fuel viejo en la arena de las playas.

Siguen escapándose de 5 a 15 litros diarios de fuel del casco del buque.

Siguen llevándose a cabo tareas de limpieza de la costa galega.

Y nos dicen que hay más banderas azules que nunca.

Nunca... mais.


La 4ª estación


Ya anochece antes de cenar.

Dormitorios con ventanas cerradas.

Duchas calientes.

Llega un poquito de aire frío.

Los días aún son largos, pero no excesivamente.

Alternan días de primavera y cuasi verano siempre con noches muy agradables.

Los que de día son bañistas al sol por la noche pasean con manga larga.

El amarillo va sustituyendo al verde.

Y los frikis se fueron, hasta Pascua. 

Otoño.

Mi época favorita.

Sopa de aleta, bistec de toro, bolso de cocodrilo...

 

 

Murió el tiburón rescatado en Tarragona por un anzuelo metido en su esófago.

El mismo día de la muerte en el Acuario de Barcelona del tiburón apresado en Tarragona, la organización internacional Oceana ha advertido de que al menos 350.000 de estos animales mueren anualmente de media en España por capturas pesqueras, aunque extra oficialmente esa cifra podría ser el triple.

En consecuencia, este país ocupa el primer puesto en muertes de escualos en Europa y el quinto a nivel mundial, ha informado dicha organización, dedicada a la conservación y protección de los océanos del mundo.

Sólo en 2005, el volumen de capturas de tiburones registradas en España se situó en casi 30.000 toneladas, según datos facilitados por Oceana. También en 2005, aproximadamente la mitad de las aletas congeladas que se ofrecían en el mercado de Hong Kong, el principal consumidor mundial de ese producto, procedía de España.

 

Datos de la FAO

De acuerdo a los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), según recuerda Oceana, los niveles de captura y comercio internacional de productos de tiburón es superior en España a los de cualquier otra nación europea.

Según Oceana , mientras que otros países de la Unión Europea otorgan un número de licencias para la pesca relativamente bajo (18 licencias en Reino Unido, por ejemplo, o 34 en Portugal), España dispone, por el contrario, de más de 180 barcos autorizados para hacerlo.

 

Lucha por la supervivencia

Hoy por hoy es el más visto en Youtube 

 

Segur de Calafell

Segur de Calafell

Empieza la horrorospantosa temporada de verano en Segur de Calafell. Del 15 al 15 es un lugar ideal para escaparse, pero no de vacaciones, sino para escaparse de él a cualquier otra parte.

Hoy, de entrada, bandera roja, la playa llena de gente y los socorristas armando follón. Años atrás, a la bandera roja la llamábamos 'ostia, hoy hay olas' y nos lo pasábamos de puta madre haciendo surf sin tabla de surf, cosa difícil pero no imposible. Hoy no te puedes bañar o te multan. Tampoco puedes jugar a futbol en la arena, a voleibol, a nada de nada excepto en zonas marcadas para ello ni puedes aparcar donde te plazca (también multan por todo ello) ni mucho menos comer un buen arroz sin reservar mesa ni irte de casa dejando la puerta abierta que no iba a entrar nadie y si lo hacía es porque era amigo (aquí no te multan, pero te roban, que viene a ser lo mismo).

Claro que ese era el Segur de los 70. Los turistas eran alemanes y franceses que habían descubierto una playa ancha, larga y limpia con agua cristalina, no la puta mierda que hay ahora, artificial, corta y normalmente sucia gracias a las buenas artes de un ayuntamiento que lo ha consentido casi todo en pro de agrandar sus arcas. Entonces no había que vender las excelencias del lugar, se vendían solas. Y tal como se ha sustituido una buena playa por una mala, con el turismo ha pasado lo mismo. Ahora ésto está plagado de subnormales con bugas tuneaos, incultos, zoquetes, paletos y mucha escoria que viene un mes al año a hacerlo todo polvo.

Afortunadamente, en 30 o 40 días se van y no vuelven hasta semana santa. En fin, casi 11 meses sin ellos ya es un gran qué. Y entonces sí que se disfruta de un baño al salir del trabajo o una paella sin reserva o...

Esta mañana, mientras me metía entre pecho y espalda un espectacular desayuno he leído en la sección de cartas de los lectores de El Periódico de Catalunya una que resume al 100% lo que pienso sobre todo el asunto este del reciclaje.

¿A quién beneficia salvar el medioambiente?
Rodrigo de Quirós
Vilsassar de Mar

Es innegable que racionalizar los medios del planeta es un bien común. ¿Seguro?

1) Ahora se hace propaganda contra el excesivo uso de las bolsas de plástico. La solución dicen que es cobrarlas. Estos ecologistas ignoran que ya se pagan, pues su costo está incluido en los costos de la empresa y estos se incluyen en el precio de venta. La verdadera solución sería que estas bolsas fueran biodegradables.

2) Para reducir el consumo de energía eléctrica se nos recomendó cambiar las bombillas por otras de bajo consumo. Efectivamente, bajó el precio de nuestras facturas. Pero también los ingresos de las compañías eléctricas, que para mantener los beneficios de sus accionistas han necesitado incrementar el valor de sus servicios. Así hemos gastado en bombillas y seguimos pagando lo mismo. ¿Donde está nuestro ahorro y el beneficio?

3) Telefónica nos pide que para salvar los bosques utilicemos el recibo de nuestras facturas vía internet. Para ello tenemos que tener un ordenador, una conexión a internet y, si queremos guardar la factura, una impresora y gastar papel y tinta. La compañía se ahorra el papel y el servicio de Correos. ¿Dónde está nuestro ahorro y el beneficio?

4) Antes, al comprar una cerveza, un sifón, etcétera, pagábamos el envase, que llevábamos al establecimiento para adquirir otra vez el mismo producto. Si no lo usábamos, se nos devolvía el valor del envase. Ahora compramos el producto en un envase de plástico o brik, que tiene su valor incluido en el precio, lo tenemos que depositar en los contenedores indicados y se nos cobra el servicio de recogida. Antes comprábamos el envase y no perdíamos su valor, ahora lo pagamos en la compra y para su recogida.

¿Dónde está nuestro ahorro y el beneficio?

Pues sí. Los mismos ayuntamientos y entes públicos que nos soplan la pasta con el cuento de la recogida de basuras, el reciclaje y mimar la naturaleza son los que recalifican terrenos, desvían ríos y para ello -encima- utilizan piedra artificial en vez de escombro de construcción, tienen un parque móvil o muy vetusto o muy contaminante (lease furgoneta multiuso o pepino 8enV para meneo de cargo público) y encima andan proclamando lo super chachi pilonguis que son.

Yo no reciclo una mierda. Tengo un único cubo de basura y ahí va todo. Hay empresas que se dedican a ello y no les doy el trabajo hecho, ya que me lo cobran por anticipado varias veces. No quiero que me tomen el pelo. Pago un cánon por contaminar, pago impuestos por circular con mis vehículos, pago los 30 y tantos euros de ITV cada cuando toca, como me distraiga entrando a más de 80 al área metropolitana de Barna pagaré 90€ en aras de una supuesta lucha contra la contaminación, pago impuestos al ayuntamiento que limpia las colillas de otros en la playa de mi pueblo y yo no fumo, pago por... ostia, ostia, ostia.

Claro, se me ha olvidado decir que mientras unos pagamos por recogida de basuras y demás, y algunos le dan el curro medio hecho a las empresas, los ayuntamientos se embolsan pasta gansa -encima- por permitir a empresas poner sus contenedores para reciclaje. COmo ejemplo el de Alcobendas, se lleva casi 6 millones de euros, prohibe a los chatarreros trabajar porque la chatarra es propiedad de Cespa (vaya, qué cosas) y además impone una ecotasa.

Y eso sin plantearme que he visto lo que hacen algunas depuradoras y algunos camiones que a veces -no siempre- acaban tirando lo orgánico, el vidrio y el papel al mismo sitio.

Ni hablar tampoco, como cita este artículo de la BBC sobre el uso del reciclaje que tienen algunos como limpieza de conciencia consumista y contaminante.

Lo que hay que hacer es educar, dejar de robarnos pasta y poner medidas serias para reciclar porque sino mal vamos. Pero si a un reo no lo condenan dos veces por la misma cosa "non bis per idem" ¿a qué cobrar ecotasa, impuesto de recogida de basuras y además sacar un pastón a la empresa que la recoge?.

Bien podría decir que tengo una educación medioambiental y he de ejercitarla reciclando pero... ¿dejarían de cobrarme todos esos chupópteros?... seguro que no. Y ¿el resultado final sería distinto?... tampoco. Yo cogía a tanto político que se dedica a temas que no le importan a nadie y no soluciona lo que realmente es necesario arreglar y lo metía 3 horas en el agua 'depurada' de la desembocadura del Besós. Lo que quedara lo donaría a la ciencia o lo guardaría en un bidón hermético antiradiación. El mundo sería un poquito mejor.

Algo no va bien y hay una enorme anestesia general.

Habría que reciclar a la clase política y cambiarlos por tetrabriks, perdón, por envases de vidrio retornables. No harían nada, ni bueno ni malo, que ya es más de lo que hacen éstos mendas de anchos bolsillos y estrechas mentes.

Contaminación...

La Generalitat limitará a 80 Km/h la velocidad máxima en el área metropolitana de Barcelona. Joder, qué alegría. Podré ir a 80 Km/h de una puñetera vez. Hasta ahora no recuerdo haber podido entrar a Barcelona, cuando tenía la mala fortuna de trabajar allí, a tal velocidad. Supongo que si se sobrepasa habrá multa, que servirá para pagar un cerebro nuevo a quien implanta esta medida, que debe ser el mismo que es incapaz de solucionar los problemas de tráfico, arreglar la mierda de carreteras que tenemos, montar una red de transporte público que no sea propia del siglo XIX -que lo es- con trenes del XX -que también- y, seguro seguro, que es el mismo que sigue dando prebendas a las concesionarias de autopistas de peaje.

Vale, que todo ésto es para contaminar menos. Ah. Sí. Ya.

 

Cambio climático

SóLO QUEDAN 10 AñOS PARA ADOPTAR CAMBIOS QUE EVITEN EL DESASTRE PLANETARIO, ADVIERTE LA NASA

El clima de la Tierra llega al punto crítico

Si la sociedad industrial no corrige inmediatamente su trayectoria, se desencadenarán desastres climáticos irreversibles, advierte la NASA. Estamos al borde de alcanzar un punto climático crítico, en el que pequeños cambios adicionales pueden acabar con el precario equilibrio del clima terrestre, señala una investigación realizada con los más modernos medios de medición y rastreo. Una década más como la última y no habrá oportunidad de generar un escenario alternativo. De manera drástica deben reducirse las emisiones de dióxido de carbono y otros gases contaminantes a la atmósfera. Por Yaiza Martínez de Tendencias Científicas.
18 Jun 2007, 19:14 | Fuente: TENDENCIAS CIENTÍFICAS
Una investigación reciente realizada por científicos de la NASA, en colaboración con el Columbia University Earth Institute, ha revelado que el clima terrestre se encuentra en un punto crítico máximo, que podría conllevar consecuencias de alto riesgo para el planeta, informa la NASA en un comunicado.

La emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero producidos por la acción humana sería la causa principal del caos potencial que ha puesto de relieve el estudio, realizado a partir de una combinación de modelos climáticos, datos de satélites y registros paleoclimáticos.

La capa de hielo del oeste de la Antártica, la cubierta helada del Ártico y de las regiones que suministran agua fresca a especies y hábitats, se encuentran amenazadas por el calentamiento global continuo, aseguran los investigadores en un artículo aparecido en la revista Atmospheric Chemistry and Physics.

Peligrosa intervención humana

El artículo, publicado con el título Dangerous human-made interference with climate: a GISS modelE Study, señala que la investigación ha estado centrada en la peligrosa influencia de la acción humana sobre el clima. Para su elaboración, se emplearon simulaciones del GISS modelE de la NASA, un registrador super avanzado del clima que incluye las mejores representaciones de la estratosfera, modelos oceánicos diversos y componentes rastreadores.

Las medidas comprendieron registros realizados entre 1880 y 2003 y se extendieron hasta escenarios proyectados para 2100, entre otros, por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático ó IPCC.

Los resultados no dejan lugar a dudas: la composición atmosférica y las propiedades de la superficie terrestre se han visto alteradas por las actividades humanas, algunas de ellas ocasionando cambios de gran envergadura, incluso comparados con transformaciones naturales acaecidas en el planeta en periodos de cientos de miles de años. De esta constatación se deriva, por tanto, que el clima terrestre podría verse alterado sustancialmente por la intervención del hombre.

Puntos críticos

Tal y como explica el comunicado de la NASA, los puntos críticos pueden producirse durante un cambio climático cuando el clima alcanza un estado en el que un calentamiento adicional moderado puede amplificar en gran medida determinadas reacciones.

En los últimos 30 años, la temperatura de la Tierra ha ascendido una media de 0,6ºC como consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero, y unos pequeños cambios adicionales están provocando la desintegración de las capas de hielo antes mencionadas.

Estas reacciones de amplificación implican un aumento de la absorción de luz solar porque las zonas en que se ha derretido el hielo se vuelven más oscuras, lo que a su vez acelera la desaparición de los icebergs. El agua de los océanos, por su parte, más caliente de lo normal, los derrite en lugar de detener su descongelación. Así se genera una reacción en cadena que empeora las consecuencias del desencadenante principal.

Consecuencias rápidas y soluciones

La utilización de datos referentes a periodos pasados de la historia terrestre han resaltado aún más este impacto. Según declara James Hansen, del NASA Goddard Institute for Space Studies de Nueva York, director de la investigación, si las emisiones globales de CO2 a la atmósfera continúan aumentando al ritmo de la pasada década, los efectos desastrosos se precipitarán, incluyendo el aumento rápido del nivel de los océanos, de la frecuencia de sequías e inundaciones, y de la presión sobre la vegetación y de la vida salvaje.

Pero los investigadores también estudiaron las posibles soluciones a aplicar, con intención de ayudar a definir los aspectos prácticos de la Convención del Cambio Climático de las Naciones Unidas, cuyo último encuentro fue celebrado a principios de junio en Bonn con los representantes de los países del G8 (naciones más industrializadas del mundo y, por tanto, las más contaminantes).

El estudio señala en esta dirección que el CO2 atmosférico se ha incrementado desde el nivel de 280 partes por millón (ppm) de la era pre-industrial a los 383 ppm actuales, y que su incremento es de alrededor de 2 ppm anuales. Si se exceden los 450 ppm el dióxido de carbono atmosférico sería muy peligroso para la vida en la Tierra, por lo que se debe establecer un límite incluso inferior, aseguran los expertos.

Posible escenario alternativo

Por otro lado, el estudio ha demostrado que la reducción de otros compuestos, como el metano o el hollín, pueden hacer que se reduzca el aumento de CO2, aunque de forma limitada. De hecho, Hansen afirma que probablemente se necesite una reducción absoluta de emisiones de CO2 y otras sustancias si pretendemos esquivar el punto crítico del clima terrestre.

En conclusión, los autores de la investigación señalan que los cambios en el clima, de mantenerse al ritmo actual, ocasionarán graves desastres globales y regionales. A pesar de todo, un escenario alternativo aún es posible: si se reducen las emisiones de gases contaminantes, habrá cambios sustanciales, pero aún tendríamos alguna oportunidad de adaptarnos.

Con otra década como la última, en cambio, en la que la industria siguiera adelante como si no pasara nada, resultará imposible alcanzar ese escenario alternativo. 

A favor del cambio climático

A favor del cambio climático

Puede que parezca un ruso, que por puro interés apoyan que se produzca ya un cambio climático, pero en el artículo que copio abajo (El Periódico edición de hoy) he leido ciertas cosas que nos va a traer el cambio climático que... :

  1. lloverá menos en el centro-sur de España que en Catalunya.
  2. las playas subirán de nivel y desaparecerán algunos metros de litoral
  3. las altas temperaturas harán disminuir la afluencia de turistas
  4. el vino saldrá beneficiado

O sea

  1. que sigan haciendo campos de golf por ahí, que les van a dar polculo
  2. si no hay playas no habrá hordas de camacus tocando los cojones en el paseo marítimo
  3. menos turistas, más tranquilidad y menos mierdas de fiestas cutres en agosto
  4. no hace falta ningún comentario más. Celebraré con un vino magnífico que no hay tocawebos, que se está tranquilo y que se está muy bien en invierno.

Welcome Global Warming !!!!

 

El cambio climático amenaza con devorar las playas de Catalunya

El cambio climático, que se prevé especialmente duro en toda la cuenca mediterránea, pondrá en peligro la supervivencia en Catalunya de muchos kilómetros de playas, sobre todo en deltas y marismas, y de ricos ecosistemas del Pirineo. Esta es una de las principales conclusiones del informe elaborado por el Grupo Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU (IPCC), que augura para España una subida del nivel del mar de 44 centímetros a final de este siglo y un retroceso de las playas de entre 20 y 40 metros.
Como dejó ayer bien claro el secretario de Estado de Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático, Arturo Aizpiri, el sur de Europa será "el gran perdedor" de este fenómeno de mutación del clima vinculado a la emisión de gases de efecto invernadero, mientras que España será "uno de los países más afectados". El estudio presentado ayer da ya por seguro que la temperatura del planeta subirá al menos 0,6 grados a finales de este siglo, con independencia de que se tomen o no medidas. Es decir, aun en el supuesto de que consigamos mantener las emisiones de CO2 en el mismo nivel del año 2000.
Sobre esta base, el grupo de expertos de la ONU prevé que las zonas más vulnerables de Europa serán el Mediterráneo y el sur. Así, los episodios de sequía extrema comenzarán a producirse en estos países cada 10 o 40 años, en vez de cada 100 años como sucede hasta ahora. Con el aumento de las temperaturas, las lluvias serán cada vez más escasas pero más torrenciales, se incrementará el riesgo de incendios y habrá olas de calor con mayor frecuencia.

DESIGUALDADES
Pero el incremento de las temperaturas no afectará por igual a toda España. En este capítulo, Catalunya aumentará entre dos y cuatro grados, mientras que en el centro y el oeste de la Península lo hará entre cuatro y ocho. Las precipitaciones tampoco disminuirán tanto en Catalunya como en el sur de España, donde lloverá hasta un 40% menos. Pese a ello, más de la mitad de las especies animales y vegetales que hay en el Pirineo lo pasarán mal por la subida de las temperaturas. Las playas también se enfrentan a una pérdida de anchura o incluso a la desaparición total debido al aumento del nivel del mar y de las tormentas intensas.
José Manuel Moreno, coordinador del grupo de científicos que ha elaborado el capítulo del IPCC relativo al sur de Europa, destacó que el cambio climático ahondará las diferencias entre los países del sur y del norte del continente. Estos últimos se verán beneficiados por el incremento de las lluvias y las temperaturas, que mejorarán su nivel de producción agrícola y forestal. A pesar de ello, Moreno dejó bien sentado que, con el tiempo, "todas las regiones de Europa se verán afectadas negativamente" por este fenómeno de origen humano.

MENOS TURISMO ESTIVAL
Moreno aseguró que las altas temperaturas harán descender la afluencia de turistas en verano e incrementarán las visitas a los países del sur en otoño y primavera. Por su parte, Aizpiri adelantó que la industria española consiguió el año pasado reducir en un 4% las emisiones de CO2. Esta disminución fue posible gracias al sector eléctrico, donde aumentó la producción hidroeléctrica y hubo una reducción del consumo.

EL VINO SALDRÁ BENEFICIADO

PRODUCTO SENSIBLE
El tan temido cambio climático tiene cierto rostro humano. Los científicos de la ONU han comprobado que el incremento de las temperaturas beneficia al vino, un cultivo muy sensible a las condiciones climáticas. Según el profesor José Manuel Moreno, se está planteando la posibilidad de llevar vides al norte de Europa a la vista del aumento térmico que sufrirán esos países.

MAYOR GRADUACIÓN
Moreno subrayó que hay "un efecto claro y detectable" en la calidad de los vinos, y recordó que la viticultura en Gran Bretaña se desarrolló durante el último periodo cálido medieval. En Alsacia (Francia), durante los últimos 70 años el número de días con temperatura superior a 10 grados (la favorable para el vino) ha aumentado de 170 a 210. Gracias a ello, los vinos alsacianos han elevado un 2% su potencial alcohólico.

Ajuntament de Calafell (o cualquier otro)

Ajuntament de Calafell (o cualquier otro)

- Oiga Sr. ¿Por qué está cortando los árboles?

- El ayuntamiento quiere hacer una zona verde...

(el chiste, o no tan chiste, de La Vanguardia de hoy) 

Ay que caló, shikiyo

Ay que caló, shikiyo

Soy una de esas personas que tienen la fortuna de trabajar algunos fines de semana (en serio, es una suerte tal como está el patio) y ayer, mientras iba en moto por el paseo marítimo hacia el trabajo, me quedé pasmado. La playa llena de gente. Cuando digo llena no me refiero al ‘atestada’ de verano, sólo llena, que ya es mucho decir. Y tomando el sol en bañador, algún valiente dándose un baño… en pleno mes de enero. Jóvenes y abueletes.

 

No sé si hay quien dude todavía del cambio climático. Lo último que he leido por ahí es que la empresa petrolífera Exxon está reduciendo las ayudas a los expertos que buscan pruebas de que no hay cambio climático. Es como cuando las tabaqueras decían que el tabaco no producía cáncer… y se les morían de cáncer los mismos que decían que no.

Urbanización

Urbanización

Este mediodía llego a casa y me encuentro la maravilla de la foto.

Durante años han estado los árboles ahí. 

El ayuntamiento de Calafell publicita en sus revistas / panfletos de autobombo que se va a reformar la plaza.

Primer paso, el "respeto".

Así que los árboles  son cuidadosamente "trasladados" desde la plaza al vertedero.

Quedan los tocones, que luego serán arrancados.

Sale mucho más barato que trasladarlos.

Y sobretodo, los árboles no se quejan aunque los tales.

Apalaea a su perro... y le ovacionan

Apalaea a su perro... y le ovacionan

El de la izquierda es el hijo de la gran puta.

El de la derecha el veterinario. 

Sorprendido, asustado, pero sobre todo "abrumado". Así se encuentra Federico Real, el veterinario de la localidad coruñesa de Aguiño (Ribeira), que grabó una de las brutales palizas que Juan Lado , un vecino de la localidad, infligía "de manera constante" a sus perros.

El animal fallecería semanas después "durante una intervención", aunque según ha informado la asociación protectora de animales El Refugio, "no consta en el expediente del Seprona que el animal muriera por la paliza".

Las imágenes son claras. Al tipo que maltrata así a un animal, que además, si hubiese querido defenderse le habría arrancado los webos de un mordisco, sólo hay una forma de tratarlo. Se lo mete en un bidón, se echan unas piedras y se le tira al mar. Y es una forma suave. A estos hijos de puta que maltratan animales hay, simplemente, que meterlos en la cárcel y darles de vez en cuando una paliza, para que vean lo que duele.

Son simplemente unos malditos hijos de puta, los maltratadores y los que les apoyan. 

Por suerte, cada vez menos. Y por suerte, la difusión de este video ha hecho que se vayan a modificar algunos aspectos de la ley en Galicia.

  • La escena es de junio de 2004.
  • El agresor, Juan Lado, tuvo que pagar 6.000 euros.
  • Desde el 1 de octubre de 2004, este tipo de actitudes conllevan pena de cárcel.
  • Las imágenes las grabó el veterinario de la localidad.

Se pasó de la raya

Se pasó de la raya

El lunes me enteré de la muerte de Steve Irwin.

A este tipo lo ví una vez en tv, y con una tuve bastante. Me dió pena, por los pobres cocodrilos ciertamente. Se hacía llamar naturalista, pero de eso tenía poco. Le llamaban "el cazador de cocodrilos" y utilizaba a los animales como parte de su espéctaculo, haciendo cosas tales como atraparlos por las fauces con sus propias manos y otras payasadas impropias de alguien que se hace llamar naturalista, ambientalista o ecologista.

Rodríguez de la fuente, sin ir más lejos, también se rodeaba de lobos, pero ante todo aparecía el respeto y el cariño hacia los animales. Sin influir en su entorno, nos descubrió la fauna ibérica y las imágenes más espectaculares las protagonizaban los propios animales, sin nadie que hiciera el animal por ellos. Cousteau hizo lo mismo, nos descubrió el mundo submarino. Siempre desde la vía del respeto. Como otros muchos que sabían que, como espectáculo, la naturaleza se basta y sobra.

Este hombre confundió toda su vida los documentales con los espectáculos de animales.

Al menda este una raya le ha clavado su aguijón en el corazón.

Descanse en paz.

Muchos animales también lo harán.

MEDUSAS A GRANEL

MEDUSAS A GRANEL
El domingo pasado decidí darme un bañito en la playa. Normalmente en agosto casi no voy. Aparte de porque puedo disfrutarla cuando me plazca porque vivo todo el año cerca del mar, también porque este mes suele estar el agua caliente, removida (léase sucia) y la arena igual, sólo que en el agua hay alguna medusa y en la arena hay todo tipo de fauna (humana, se entiende) peor que las medusas y más numerosa. Al menos a mí me irritan más éstos que las medusas.

Esta vez aluciné porque el agua parecía un caldo. Había medusas, algas y el agua estaba caliente, además de sucia. Unos chavales sacaban una bolsa llena de medusas. El baño duró 2 minutos y no volveré hasta septiembre, cuando se haya ido la marabunta que colorea el agua con protectós solá, orines y alguna otra sorpresa encuadrada dentro del espectro de la tonalidad marrón.

Hace algo más de 30 años, época que que puedo recordar con precisión, nada más entrar en el agua, que solía estar bastante fresquita en pleno mes de agosto, encontrabas pececitos y podías coger "petxines" en la misma orilla -había quien empezaba con ellas su particular vermut-. A poco que ibas hacia dentro, a un par de metros de profundidad, veías el fondo marino lleno de estrellas de mar, zonas removidas donde había algún pez escondido esperando a algún congénere incauto, y muchos peces de tamaño mayor que los de la orilla nadando a sus anchas. Y medusas, lo que se dice haber, había, pero pocas y esporádicamente. Y el agua, desde luego,era muy clara y más verde que hoy (verde yodo, no verde kaka espinaka).

Ya no hay estrellas de mar, petxines ni pececitos y lo único que hay en el fondo esperando a algún incauto es un pegote de alquitrán.

Desde entonces, (1972) a Segur de Calafell le han obsequiado con unos dudosos regalos como un puerto deportivo que fue una desgracia, que se cargó la línea de costa. También con una especulación inmobiliaria que se llevó por delante la inicialmente llamada ciudad jardín que yo llegué a conocer, tanto que hoy día se tiran abajo casas para hacer bloques de apartamentos a precios de oro. La playa de hoy nada tiene que ver con la de hace 30 años. El pueblo, o lo que sea ésto, tampoco. El turismo, mejor no hablar. Ya casi no hay extranjeros, habrán ido a descubrir otras zonas que no estén destrozadas.

Pero Segur es un pequeño ejemplo que muestra a pequeña escala lo que ocurre a una mucho mayor. Lo que está ocurriendo ahora, falta de lluvias, agua marina caliente por efecto del vapor que hace de invernadero, bancos de medusas que hacen que la gente decida no bañarse, ausencia de peces, estrellas y "petxines", no es más que el producto de la acción del hombre que no sabe vivir de acuerdo con la naturaleza. Y la naturaleza se defiende, desde luego. Se defiende del efecto invernadero y de la pesca incontrolada. Se defiende dejando de dar.

Porque todo cambia aunque aún haya quien diga que no, porque le interese decir que no, he buscado información sobre todo ésto y he leído a Daniel Pauly, biólogo marino y uno de los científicos más influyentes hoy día, que habla sobre la pesca incontrolada y sobre los efectos en la cadena trófica. Al final, al paso que vamos, en algunos años sólo habrá medusas porque nos estamos cargando todo el ecosistema marino. Ya ocurre en zonas de Africa y Canadá.

Bueno, no sé si llegaré a ver ésto o estaré ya criando malvas, pero desde luego que a medida que voy cumpliendo años, lo único que percibo claramente es que todo va a más... o a menos.

No quiero imaginar el resultado de 30 años más con esta progresión.

Da grima hacerlo.

La revolución del hidrógeno

La revolución del hidrógeno

En documentos tv , esta noche, han dado un magnífico reportaje sobre la nueva revolución energética que está por llegar. Las pilas de combustible, hidrógeno para entendernos.

No está nada mal porque te da una ligera esperanza sobre el futuro que le espera a la generación que viene justito tras nosotros (los hijos de los baby boom de los 60/70) que tendrán la posibilidad de seguir respirando aire con un poco de oxígeno y, tal vez, no tengan que pedir un préstamo cada vez que vayan a repostar un "lleno por favor"....      Hmmm, vaya....   se nota que ya tengo una cierta edad, eso de "lleno, por favor" hace siglos que no lo dice nadie, desde que las máquinas expendedoras de combustible las usa uno mismo y los gasolineros de toda la vida se han reciclado en...   en...   se han reciclado.

Lo único malo de todo ésto, es que hace 15 años que andaba yo metido en el mundo del automóvil, al día con todas las novedades y experimentos, y ya se hablaba de la pila de combustible como la panacea ante la subida de precios que iba a experimentar el petroleo y la escasez del mismo que se iba a producir en 50 años (menos, tal como se consume).

Recuerdo a un conferenciante americano, una especie de Dale Carnegie del carburador, que nos ponía las pilas sobre como "engañar" al cliente. Un tipo que vivía por y para la cultura del automóvil en los USA, que decía... "naaada, los autos echarán humo hasta que realmente no podamos pagar el combustible ". De ésto, como digo, hace 15 años y los vehículos impulsados por hidrógeno están más que inventados, probados y comprobados pero... ¿y la red de distribución?. Pues serán las gasolineras de hoy día, pero mientras el litro de gasolina cueste más de lo que vale, no habrá depósitos para cargar hidrógeno... ni nada que se le parezca.

Los intereses de las petroleras , que apoyan o promueven hasta guerras por el oro negro, no permitirían que un hidrógeno barato les matara la gallina de los octanos de oro.

Eso sí, el reportaje está muy bien, esta vez casi me lo creo todo pero, visto lo que hay, peinaré canas cuando se haga realidad.